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El suelo radiante es un sistema de calefacción instalado bajo el suelo de la vivienda que ayuda a generar calor por toda la casa de una manera uniforme. Es la gran opción del momento a la hora de instalar un sistema de calefacción en casa.
La instalación de suelo radiante puede suponer un ahorro entre un 10% y un 20% en relación con otros sistemas de calefacción convencional. Esto es debido a que la temperatura de impulsión del agua es muy baja 30-45 grados frente a los sistemas tradicionales 80-85 grados.
Algunas de las ventajas del suelo radiante es su elevado rendimiento, el bajo consumo, el uso de fuentes renovables, disponibilidad de espacio y mayor confort entre otras.
El calor lo emite una red de tuberías que se traza bajo el suelo por donde el agua caliente circula a una temperatura entre 30º y 45º y lleva el calor a cada punto de la casa.
El suelo radiante calienta de abajo a arriba de manera homogénea creando más confort en tu hogar.
Es necesario un material resistente a los cambios de temperatura que no genere deformaciones o contracciones del material. Los mejores suelos para este sistema son las cerámicos y las baldosas pétreas. ¿Y los muebles? Una vez instalado el suelo radiante podrás colocar cualquier mueble sin ningún tipo de problema sin afectar a la decoración de tu vivienda.
La existencia de una mejora estética y de confort para que tu casa quede más espaciosa y sin que suponga un estorbo. Eliminaremos de la pared los radiadores aprovechando espacio.
Una de las ventajas del suelo radiante es que el calor se reparta de manera uniforme por toda la casa. Es silencioso, no genera ruidos.
El suelo radiante es más ecológico, el calor radiante varía entre los 20 y 40 grados por lo que se ahorra energía a diferencia de otras instalaciones cuya temperatura supera los 80 grados. Gracias a este sistema se ahorra entre un 20 y un 30 por ciento en comparación con otros sistemas de calefacción.
Este sistema permite producir de forma continua horas y horas por lo que es ventajoso para viviendas o edificios con una ocupación de horas alta.
A comparación de otros sistemas, otra de las ventajas del suelo radiante es la mejora de la calidad ambiental: es segura, no quema, no crea congestión ni dolor de cabeza, no acumula bacterias ni olores, es recomendable para personas alérgicas pues no genera polvo y, sobre todo, reparte mejor el calor por todas las habitaciones.
Es más acogedor y moderno, no tiene porque instalarse en toda la vivienda, se puede escoger su colocación en función de los espacios más fríos y de uso frecuente. Además, el hecho de que el calor se reparta de abajo a arriba hace que la sensación térmica sea más agradable pues, sin grandes diferencias, la temperatura es superior en los pies que en la cabeza.
Otra de las ventajas del suelo radiante es que ahorrarás sin pasar frío, por eso, es importante que cuentes con un buen sistema de climatización que te distribuya de forma eficiente el calor y el frío.
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