Vamos a tender la ropa de manera eficaz
Tender la ropa es todo un arte. De hecho, este saber ancestral –y no nos estamos mofando para nada– se transmite de generación en generación y pobres de aquellos que hicieran caso omiso a los consejos de su madre. Así, al tender la ropa correctamente podemos evitarnos horas de planchado y esfuerzos para dejar la prenda sin asomo de arrugas.
Aunque es cierto que se ha implantado en muchas casas el uso de las secadoras a la hora de hacer la colada, todavía resiste una porción considerable de población que confía en el poder del sol para dejar sus prendas secas. No en vano, España es un país muy soleado y esta opción supone un importante ahorro energético. Lo cierto es que, por ahora, tender la ropa es la fórmula más sostenible para el secado de nuestra ropa.
También cabría reseñar el detalle de que muchas prendas no admiten el uso de secadoras, pues pueden estropearlas. Por lo tanto, la única posibilidad es tender la ropa. En suma, parece que tenemos sobradas razones para esmerarnos con el tendido de la ropa, ¿no te parece?
En nuestro blog hemos recopilado algunos consejos que te librarán de la esclavitud de la plancha o, al menos, reducirás su uso. Y estamos seguros de que te alegrará esta primicia.
¿Cómo tender la ropa correctamente?
- No tiendas al sol en verano o cuando haga excesivo calor. Aunque la ropa se secará antes, ésta quedará más arrugada e incluso descolorida.
- No tardes demasiado en tender. Si te demoras, la ropa acabará cogiendo un desagradable olor a humedad y, por supuesto, quedará más arrugada.
- Sacude las prendas antes de tenderlas. ¿Y por qué? Pues sencillamente porque de esta manera se desprenderán las pelusas que tenga adheridas, al tiempo que la estiras. Esto último te ayudará a deshacerte de alguna que otra arruga.
- Retirar las prendas antes de que éstas se sequen. Si lo haces, de nuevo corres el riesgo de que le quede un olor a humedad.
- Pero tampoco te demores y se te vaya el santo al cielo con la tarea. En cuanto esté seca, retírala pues corres el riesgo de que se quede tiesa.
- Emplea perchas. Si temes que una camisa se deforme, recurre a las perchas para tenderla. Ya verás qué buen resultado dan.
- Recuerda tender del revés la ropa de color, así la protegerás del sol.
- Ciertas prendas como las camisas y los polos debemos tenderlas por las axilas, mientras que las faldas siempre las colgaremos por la cinturilla.
- No te excedas doblando las sábanas, mantas y manteles, pues pueden tardar más tiempo en secar debido a este factor y acabar cogiendo olores.
- Si alguna prenda destiñe o crees que podría hacerlo, trata de separarlas entre ellas. Así te ahorrarás sustos.
Eso sí, si a pesar de estos consejos resulta que la prenda necesita un planchado, no aplaces demasiado la tarea. De lo contrario, solo conseguirás que las arrugas se vuelvan más rebeldes e incluso que la prenda se deforme por ello. Por lo tanto, como se suele decir, agarra el toro por los cuernos y a por ello.
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