Salones claros con un pop de color
Como hemos mencionado antes, el salón es parte grande del corazón de nuestro hogar. Por ello hemos decidido traerles una ideilla nueva para decorarlo según las tendencias de este 2017: La mezcla entre claros neutros y los toques de color. Los colores claros y neutros por dos razones: sensación de amplitud y beneficios en nuestro estado mental. Pero esto no quiere decir que nuestro salón tenga que pasar desapercibido por completo y no contar con toques distintivos.
Color – Consecuencia
Entre los blancos y los pasteles podemos tener una combinación ganadora en nuestro salón, especialmente si no es muy espacioso y no cuenta con entrada de mucha luz natural. Estos colores son los preferidos para crear sensación de que contamos con un espacio más amplio. Si llegásemos a decantarnos por colores oscuros, aumenta la sensación de intimidad y espacio reducido. Depende meramente de gustos, porque las dos opciones pueden resultar muy positivas estéticamente, pero es muy importante tener en cuenta el tamaño del espacio con el que contamos.
Los colores claros, sin excesos de blancos (para no caer en lo aburrido), junto con su luminosidad, apoyan las sensaciones de libertad y pulcritud. El blanco es sinónimo de limpieza, mientras que los colores pasteles influyen de manera directa en el ánimo de las personas en pro de la tranquilidad y la sensibilidad, por lo que puede ser muy determinante para el humor de quienes hacen vida en el hogar.
El toque distintivo
Ahora, no queremos que nuestro salón luzca genérico y sin ningún toque personal y, para eso, el consejo que suena mucho este 2017 es la suma de 3 colores: dos neutros claros y uno contrastante. La idea es que se usen los dos neutros para la mayor parte de los espacios y los toques distintivos del salón sean liderados por el pop de color. Puede usarse en textiles como mantas, tapetes o cojines, o bien en cuadros y adornos (es posible hacer uso de varios tonos del mismo color y así damos un mayor rango de sensaciones positivas en lugar de crear percepciones de uso de elementos de una misma gama y sin historia propia). Podemos, entonces, de una sola forma, lograr ampliar nuestro salón, iluminarlo y no perder personalidad en el intento.