Reflexión sobre innovación en construcción residencial
Los manuales internacionales de innovación la definen como: innovación de producto, innovación de proceso, innovación de márketing e innovación de organización. Asimismo, existe consenso en que la innovación de producto y de proceso son las más importantes ya que son las que generan más valor para una economía. Innovación de producto es, por ejemplo, la introducción de los airbags en los coches e innovación de proceso las mejoras introducidas en la cadena de montaje de los vehículos (por ejemplo: que las herramientas cuelguen del techo y que el operario no tenga que moverse para recogerlas).
¿Cuál es la innovación más indicada para la construcción residencial?
En una vivienda se puede innovar prácticamente en todo: en el diseño, en los materiales utilizados, las tecnologías aplicadas (domótica), en la seguridad, en la energía utilizada, etc. Sin embargo, la mayor parte de las innovaciones que introducimos en las viviendas provienen de la industria. Es decir, casi todas las innovaciones no son creadas por el
constructor o por el promotor sino que las genera la industria. De hecho, es poco sensato suponer que el promotor sea un experto en todos los aspectos que conforman una vivienda (desarrollando los materiales para el aislamiento acústico y fabricando puertas, por ejemplo). En este sentido, se puede decir que la innovación de producto no está en manos del promotor y que esta deberá ser importada desde otros sectores.
Por todo ello, la innovación más importante en la construcción residencial y que sí depende del promotor es la innovación de proceso. Se trata de la innovación que consiste en la reorganización de las actividades de manera que todo el sistema sea más eficiente. Este es el motivo que lleva a Via Celere a apostar por la innovación de proceso en las dos fases más importantes de la edificación: en la fase de proyecto (con la introducción de la tecnología BIM) y en la fase de ejecución (con la introducción progresiva de métodos más eficientes de construcción). Estas actividades sí están en manos del promotor y es aquí donde debemos priorizar nuestros esfuerzos de mejora.