Un jardín vertical es una pared con plantas que como su nombre indica están colocadas verticalmente. Puedes encontrarlos tanto de interior como de exterior. Son una manera perfecta de sacar partido a los espacios cuando no tenemos rincones verdes.
Tenemos que conocer las plantas que queremos utilizar en nuestro jardín ya que crearemos un sistema de jardinería basado en el control de nutrientes, bacterias y hongos. Por ello, es importante la selección de las plantas para llevar a cabo la simbiosis.
El sustrato utilizado es muy importante para su control y estudio. Además, habrá que tener en cuenta las condiciones ambientales del espacio en el que creemos nuestro jardín vertical y las características físico-químicas del mismo. Otros de los factores muy importantes son la luz, la temperatura y la humedad. Tienes que tener un control exhausto de estos tres factores, sobre todo, en un espacio de interior.
Uno de los factores más importantes del jardín vertical es tener controlado los desequilibrios que pueda provocar el Ph, la conductividad del agua, los gases disueltos o la salinidad. También, la porosidad o la textura. Hay muchos factores químicos que son controlados por sensores que alertan de cualquier variación.
La selección de plantas debe hacerse de forma minuciosa. Valora tus gustos y cómo quieres que quede tu jardín vertical. Por último, por medio de un sistema de riego integrado en el jardín vertical proporciona una cantidad correcta de agua y nutrientes a la pared vertical. Tal y como indicábamos al inicio del post estos ecosistemas necesitan crear asociaciones de especies mediante mutalismos de todas las plantas, bacterias u hongos. Una vez sigas estos pasos, conseguirás emular esta capacidad natural de las plantas de crecer en un barranco o acantilado. ¡Un auténtico regalo de la naturaleza!
Se ha demostrado que las fachadas verticales contribuyen a reducir el efecto “isla de calor”, fenómenos de origen térmico que se produce en áreas urbanas. Consiste en la existencia de una temperatura elevada durante las noches donde hay una edificación masiva.
También, proporcionan mayor biodiversidad y absorben partículas contaminantes del aire como son las partículas ultra finas que inhalamos por las vías respiratorias.
En definitiva, un jardín vertical crea vidas más sanas, la gente se siente mucho mejor, más productiva y más compromiso con estas zonas verdes tan necesitadas en áreas urbanas.Los espacios urbanos nos sobran, pero, los jardines sean del tipo que sean los necesitamos.
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