La sociedad cada vez es más consciente de la situación del cambio climático, por ello, se desarrollan más acciones sociales que mejoran el medio ambiente y de esa forma, se pretende obtener -lo antes posible- una neutralidad sostenible.
El pasado año, exactamente en diciembre se celebró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP25. Gracias a esta conferencia, se conocen nuevos términos enfocados al medio ambiente como neutralidad energética o sostenible.
Las cifras hablan por sí solas y varios estudios apuntan que los edificios son responsables del 40% de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Por ello, el sector inmobiliario cada vez está más conciencia y se une a esta lucha por mejorar el medio ambiente.
Los países potenciales pertenecientes a la Unión Europea se basan en el Acuerdo de París de 2015, una propuesta en marcha con bastante ambición por mejorar el medio ambiente.
Con este Acuerdo, Bruselas se propone un claro objetivo: los países de la Unión Europea deben ser climáticamente neutros en 2050. Esto significa que esos países deben conseguir emitir cero emisiones de carbono, ayudando así a una mejora del entorno.
En nuestro país, ya se ha puesto en marcha una estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación, conocida como ERESEE. Esta rehabilitación esta fomentada y bajo la responsabilidad del Ministerio de Fomento con el apoyo de otros organismos públicos, cuyo objetivo principal está determinado: conseguir un parque edificatorio descarbonizado.
Es un reto que supondrá un punto ascendente para la rehabilitación del parque residencial y el sector inmobiliario. Debido a esto, ya surgen las primeras cuestiones de qué tipo de obras se van a realizar, qué plazos y su costo aproximado.
Como punto de partida establecido la construcción y reformas se tienen que centrar en la accesibilidad y cumplir los requisitos de las Inspecciones Técnicas de Edificios o de los Informes de Evaluación de Edificios a los que se someten periódicamente.
Por ello, el Director Gerente de ASPRIMA establece dos caminos:
La construcción de edificación debe invertir en un mayor aislamiento para no perder tanto calor por el tejado y la fachada (puntos clave de perdida de energía), al igual que una adecuada impermeabilización de los hogares. Si estas acciones se llevan a cabo, las viviendas evitarían un consumo extra de energía que se vería reflejado en la factura de luz mensual.
Esta rehabilitación de edificación supone gran desembolso de dinero, que actualmente los propietarios no pueden asumir, por lo que los profesionales del sector hacen una llamada a las Administraciones Públicas con el objetivo de conseguir una neutralidad sostenible trabajando conjuntamente.
En este nuevo año, se puede observar cómo se empiezan a crear los primeros planes y compromisos para mejorar el medio ambiente. Destacan ciudades como Madrid y Valladolid.
Madrid se ha comprometido a facilitar económicamente la mejora de accesibilidad, conservación y eficiencia energética de los residencial para garantizar una vivienda digna a los usuarios, una accesibilidad universal y sobre todo, a mejorar la sostenibilidad urbana.
También, en Valladolid se observa como el Ayuntamiento se ha comprometido a descarbonizar su parque edificado para 2050firmando “Net Zero Carbon Buildings Commitment” – Compromiso Neto de Carbono Cero- donde se incluyen otras 26 ciudades del mundo.
Este compromiso se basa en que los edificios construidos y aquellos que se construyan bajo el poder de la Administración Municipal operarán en carbono cero para 2030. Así, como una rehabilitación energética de 4.350 viviendas de media al año entre 2021-2050.
La conciencia por el medio ambiente permite que todos llevemos a cabo acciones que ayuden a mejorar el cambio climático. A su vez, genera beneficios en varios sectores del mercado como son la economía y el ladrillo.
La rehabilitación de edificios dará un impulso al negocio de las constructoras, mientras que la rehabilitación integral y regeneración harán que los promotores inviertan en el ladrillo como una necesidad.
Esto llevado a la economía ofrece un gran empujón, donde la actividad y empleo aumentaran, aportando nuevos nichos de mercado a las pymes, mejorando la salud de las personas y reduciendo la dependencia energética en España y aumentando el valor de las casas entre un 10% y un 25%.
En Vía Célere somos conscientes del impacto ambiental que existe actualmente, por eso desde hace varios años llevamos a cabo Célere Compromiso, tanto con la sociedad, medioambiente, innovación y sostenibilidad.
Apoyamos nuestro compromiso con la innovación para promover una construcción más sostenible, con una implicación social relacionada con la edificación. De esta forma, nuestro objetivo es servir un modelo ético y de buen gobierno dentro del sector inmobiliario.
Apostamos por la eficiencia energética, BIM o la industrialización en nuestros edificios, que nos permiten edificar de una manera más ágil y sostenible, generando menos residuos y reduciendo de esta forma los niveles de contaminación, al tiempo que se produce mayor ahorro energético.
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