La movilidad urbana, en cierta medida, condiciona la calidad de vida de los habitantes de una ciudad. Actualmente, alrededor del 50% de las personas a nivel mundial reside en ciudades, cifra que aumentará previsiblemente en 2020, alcanzando el 70%.
Por ello, hay que adaptar los diferentes medios y sistemas de transporte a las necesidades que exige una gran ciudad y, por supuesto, el medio ambiente.
El término movilidad se define como aquellos desplazamientos, tanto de personas como de mercancías, en un entorno físico.
Cuando hablamos de movilidad urbana, nos referimos al total de desplazamientos que se dan en una ciudad.
Los desplazamientos son ejecutados a través de medios de transporte como por ejemplo el coche, un tren e incluso, caminando. El objetivo principal de los desplazamientos es llegar a cualquier punto de la ciudad de una forma cómoda, rápida y segura.
A pesar de los atascos, las dificultades para encontrar aparcamiento y la contaminación que generan, los coches se convierten en el medio de transporte más utilizados en grandes ciudades de nuestro país, por delante del transporte público.
El tráfico se convierte en un grave problema de movilidad urbana para los ciudadanos, debido al aumento del tiempo de desplazamiento, el ruido ocasionado y el riesgo de sufrir cualquier tipo de accidente.
Y no solo problemas de movilidad, el uso masivo de energías no renovables destinadas al combustible de los automóviles y la contaminación con la emisión de gases del efecto invernadero es un problema que afecta a toda la población mundial.
En ciudades como Madrid donde se realiza una media de casi 3 millones de desplazamientos diarios, imperan con un 70% los vehículos motorizados, tanto públicos como privados.
Para encontrar el equilibrio entre las necesidades de los ciudadanos y cuidar el medio ambiente, es imprescindible implantar un Plan de Movilidad Urbana Sostenible.
Como principal objetivo quiere mejorar la accesibilidad de los ciudadanos dentro de las áreas urbanas, e incentivar y promover el uso de un transporte sostenible y de calidad.
Por otro lado, un Plan de Movilidad Urbana Sostenible suele ir destinado a personas que se desplazan dentro de la zona urbana, independientemente del motivo del desplazamiento y la frecuencia con los que lo realicen.
Los beneficios de establecer un Plan de Movilidad Urbana Sostenible son innumerables, tanto para los ciudadanos como para las personas residentes en zonas colindantes a la ciudad. Estos son los más destacados:
En España, la ley 2/2011 de Economía Sostenible establecida el 4 de marzo, decretó que las ciudades que decidieran aceptar subvenciones estatales procedentes del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas deberían contar con un Plan de Movilidad Urbana Sostenible.
Los objetivos principales de todas las ciudades que aceptaron esta suscripción eran principalmente: reducir las emisiones de CO2, crear una ciudad más amigable y disminuir el ruido provocado por la gran cantidad de vehículos, además de ganar espacio público.
Para conseguir estos objetivos, se han implementado medidas para fomentar el uso del transporte público, como por ejemplo en Madrid, estableciendo un precio de 20€ para jóvenes menores de 26 años en toda la red de transporte.
Por otro lado, regular e incluso restringir el tráfico en ciertas zonas es una medida utilizada en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible.
También, se fomenta el uso de vehículos energéticamente eficientes y limpios y crear un mayor número de carriles bici para aumentar su uso, que además de ser transportes respetuosos con el medio ambiente, ayudan a la salud de los viajeros.
Las políticas de parking o incentivar transporte alternativo como patinetes y motos eléctrias son medidas pioneras que van cobrando fuerza y repercusión en las grandes ciudades.
Como ya sabemos, el sector inmobiliario es clave para el desarrollo de las ciudades. Vía Célere se compromete con el medio ambiente creando Célere Cities, por ende apoya la implantación de Planes de Movilidad Urbanos Sostenibles.
Célere Cities es una iniciativa con la que Vía Célere pretende mostrar su visión de futuro en las ciudades, basándose en entornos sostenibles siguiendo un recorrido de objetivos de desarrollo sostenibles y conseguirlos.
Vía Célere y Ashoka han desarrollado un plan para promover la participación de ciudadanos y jóvenes en cuestiones ligadas a mejorar la sostenibilidad urbana.
Se trata de mostrar el volumen de emisión de CO2 que produce el sector inmobiliario y el sector de la construcción, al igual que los vehículos, que emiten gases contra el medio ambiente.
Por ello, todos los agentes implicados en esta emisión deben comprometerse a reducir el gran impacto ambiental negativo que se producen en las ciudades y promover la edificación sostenible.
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