Índice de contenidos
Las piscinas hinchables son una fórmula muy práctica para espacios pequeños o presupuestos modestos. Además, su montaje resulta muy sencillo, pues presentan un diseño autoportante que evita la necesidad de estructuras para sostenerlas, y ya verás que el mantenimiento es pan comido. Así, si estás sopesando esta fórmula para refrescarte en plena canícula, vamos a estudiar cuáles son sus características y principales virtudes frente a otras opciones
Lo cierto es que las piscinas hinchables son muy seguras para los niños pues apenas tienen profundidad y carecen de zonas duras en las que puedan golpearse. Además, se montan y desmontan en muy poco tiempo, de modo que cuando el espacio es escaso siempre podemos guardarla a la espera de la próxima zambullida. Y, por supuesto, son muy baratas. También tienen la particularidad de que algunos modelos incluyen toboganes, asientos y juegos para que los más peques no quieran salir en todo el día.
Aunque es cierto que no podrás nadar en ella y prepararte para los próximos JJ.OO., las piscinas hinchables cumplen de forma sobrada su función que es la de refrescarnos y ayudarnos a rebajar el calor o, simplemente, que los niños se diviertan de forma segura.
Los diseños y tamaños en los que podemos encontrar las piscinas hinchables son diversos. También algunas incluyen depuradoras para el agua y filtros. Ya es asunto nuestro decidir cuál nos interesa más, pero vamos a verlas:
El sistema de filtros nos ayudará a retener las posibles impurezas del agua y éstos se colocan en la depuradora. Eso sí, conviene lavarlos con frecuencia a fin de retirar la suciedad y para que nos dure más. Su lavado es sencillo dado que con con la presión del grifo o la manguera bastará.
También puedes optar por incorporar un filtro de cartucho. Éste te ayudará a filtrar las partículas disueltas en el agua y también ayudarás a que el cloro se mezcle mejor. Aquí, como se suele decir, es probable que el collar te cueste más que el perro, pero no te queda otra si quieres ahorrar en agua ya que en estos tiempos de sequía no estamos para derroches.
Por cierto, no olvides adquirir un medidor de PH. Estos dispositivos resultan muy económicos y, sobre todo útiles, pues éste indica el grado de la acidez o alcalinidad de la piscina algo básico si queremos que el agua luzca limpia, transparente y saludable. Puedes encontrar uno de estos aparatos en cualquier tienda de productos especializados.
Valladolid es una ciudad con un rico patrimonio histórico y una vibrante vida cultural. De…
Ahorrar para la entrada de un piso puede parecer un desafío abrumador, especialmente con los…
Un despacho es más que un simple lugar de trabajo. Es un espacio donde la…
En los últimos años, los criterios ESG (Environmental, Social and Governance) se han convertido en…
Las facturas de la luz pueden ser un verdadero quebradero de cabeza para muchos. Y…
Decorar una terraza con plantas y flores puede transformar cualquier espacio exterior en un oasis…