La casa de Mark Zuckerberg es todo un alarde de metros, suntuosidad, intimidad e inteligencia artificial. El hacedor del imperio Facebook es un joven que ha sabido labrarse una carrera en los mundos digitales y ahora, tras fundar una familia, no repara en gastos a la hora de diseñar su casa y procurarse intimidad en el vecindario, pues ha llegado a comprar las casas colindantes para evitar miradas extrañas.
Pues el magnate de internet reside en una mansión –pues la palabra casa se queda corta para englobar tanto metro– de más de 465 metros cuadrados. En concreto, dispone de piscina, cinco habitaciones para visitas, cinco baños, una cochera para más de un ‘inquilino’ y una terraza. La propiedad se ubica en Palo Alto, (California) y solo le ha costado 7 millones de dólares, y decimos ‘solo’ porque es evidente que el joven emprendedor nada en la abundancia.
Su residencia se caracteriza por cierta austeridad y, sobre todo, por la funcionalidad.
Además, Zuckerberg, empeñado en preservar sun intimidad, consideró oportuno adquirir las casas colindantes a la suya para de esta manera preservarse de las miradas indiscretas de vecinos que no fueran de su agrado. Resulta curioso que alguna de estas viviendas fueran incluso más caras que la que había adquirido para él y su familia. Lo cierto es que Zuckerberg es muy celoso de su intimidad, pero parece que baraja alquilar estas residencias a terceros siempre que le parezcan dignos de su confianza.
El dueño de Facebook no se contenta con tener una casa bonita y espaciosa, sino que aspira a ser el feliz propietario de una casa al más puro estilo de Iron Man. Es decir, con un mayordomo como Jarvis que controle todos los aspectos de su casa. Ese parece ser su empeño y está dispuesto a dejarse una millonada en ello. Lo que haga falta. Así, ésta contaría con un sistema centralizado que manejaría todo lo que ocurra en el edificio. Parece que la domótica se queda corta para poner nombre a la aspiración de Zuckerberg.
Por ahora parece todo ir viento en popa. En este sentido, Zuckerberg publicó un vídeo en el que muestra cómo Jarvis, su mayordomo virtual, le daba los buenos días por la mañana y le informaba sobre detalles como la temperatura en habitación o en qué día de la semana se encontraban, por si el propietario de Facebook se había despistado con el calendario.
Parece, además, que Jarvis ha diversificado sus funciones y dado que Zuckerberg es padre de familia, su asistente es capaz de interactuar con los niños, tocar música, encender luces y, por supuesto, ejerce de excelente portero pues es capaz de reconocer a los visitantes y decidir si les deja pasar o no.
Sin embargo, resulta que la mayoría de electrodomésticos no son inteligentes; es decir, conectados a internet. Esta circunstancia le obligó a adaptar cada uno de estos dispositivos para poner en marcha su proyecto de inteligencia artificial.
Seguramente en los próximos meses recibiremos nuevas entregas de la evolución de la casa inteligente de Zuckerberg, pues parte de su empeño es dar puntual información a todos sus seguidores. Y obviamente tiene millones…
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