Este siglo en el que vivimos nos va a deparar cambios profundos en nuestro modo de vida y es el trabajo uno de los aspectos afectados. Son varios factores los que transformarán nuestra vida laboral.

Los avances tecnológicos evolucionan a una velocidad vertiginosa, eso nos permitirá trabajar más rápido y a distancia así que, probablemente, la oficina tradicional y los horarios de trabajo inflexibles dejen de tener sentido. Si sumamos a este factor el de la globalización económica, las empresas necesitarán empleados multilingües, mucho más flexibles y con una formación digital amplia. La formación es importante pero lo son aún más las habilidades sociales y de gestión de problemas, así como la capacidad de adaptación al cambio. La captación y retención del talento serán críticos para garantizar la competitividad de las nuevas compañías. Nos centraremos en el cumplimiento de objetivos y no en el cumplimiento de horarios.

Las industrias se transformarán con la irrupción de robots, internet de las cosas, impresoras 3D y tecnologías que aún ni imaginamos.

La empresa introducirá el “big data” en la toma de decisiones y se enfocará a un cliente diferente que tendrá nuevas necesidades y expectativas en una economía en constante cambio.

El proveedor se transformará definitivamente en colaborador y formará parte de la cadena de valor.

Las nuevas generaciones están modificando su actitud frente al trabajo: el salario no es lo más importante en muchos casos. La conciliación familiar, el ambiente laboral y el tipo de trabajo, pesan mucho en su motivación y, afortunadamente, poco a poco, en ambos sexos por igual. La generación Z ha nacido en plena crisis y eso condiciona su manera de ver su futuro laboral: son mucho más emprendedores y, en su mayoría quieren ser sus propios jefes y trabajar en lo que les gusta. Saben del posible colapso del sistema de pensiones y miran su futuro desde una perspectiva diferente a la nuestra.

Las empresas, mucho más sensibles, están introduciendo paulatinamente consideraciones de responsabilidad social, ambientales, e incluso éticas (códigos de conducta), aspectos absolutamente novedosos y que, en el pasado, no se tenían en cuenta. Frente a la “digitalización” se produce una “humanización” en beneficio de la sociedad.

Rosa Peña, Directora general técnica de Vía Célere.

Vía Célere

Share
Published by
Vía Célere

Recent Posts

Vivir en Valladolid: Las mejores zonas y barrios de la ciudad

Valladolid es una ciudad con un rico patrimonio histórico y una vibrante vida cultural. De…

5 meses ago

Cómo ahorrar para la entrada de un piso: 10 tips para conseguirlo

Ahorrar para la entrada de un piso puede parecer un desafío abrumador, especialmente con los…

5 meses ago

Ideas esenciales para decorar tu despacho de forma creativa y elegante

Un despacho es más que un simple lugar de trabajo. Es un espacio donde la…

5 meses ago

Criterios ESG: Qué son y la importancia que tienen en el sector inmobiliario

En los últimos años, los criterios ESG (Environmental, Social and Governance) se han convertido en…

5 meses ago

Entender las facturas de la luz: Guía práctica y sencilla

Las facturas de la luz pueden ser un verdadero quebradero de cabeza para muchos. Y…

5 meses ago

Cómo decorar una terraza con plantas y flores. Guía completa

Decorar una terraza con plantas y flores puede transformar cualquier espacio exterior en un oasis…

6 meses ago