En los últimos años, los criterios ESG (Environmental, Social and Governance) se han convertido en un factor crucial para evaluar la sostenibilidad y la responsabilidad de las empresas, incluyendo aquellas en el sector inmobiliario. Estos criterios no solo consideran el impacto ambiental de las operaciones. También tienen en cuenta el compromiso social y la calidad de la gestión corporativa.
En el contexto de un mercado cada vez más consciente y exigente, los criterios ESG han pasado de ser una opción a una necesidad para las empresas inmobiliarias. Ya que estas buscan atraer inversores y ganar la confianza de sus stakeholders.
Por ello, en este artículo, exploraremos qué son los criterios ESG. Además, analizaremos por qué su implementación en esencial para el éxito y la sostenibilidad del sector inmobiliario en el siglo XXI.
Las bases del concepto ESG se establecieron en el año 2004. Este término fue ideado por Kofi Annan, quien en ese momento era el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Annan desafió a aproximadamente cincuenta líderes de grandes instituciones financieras globales a buscar soluciones para integrar factores ambientales, sociales y de gobernanza en el mercado financiero antes del año 2030. De este modo, fue como surgió este término. Un acrónimo que agrupa estos tres aspectos clave.
Los criterios ESG se utilizan para evaluar el desempeño de una empresa en términos de sostenibilidad y responsabilidad social corporativa. Cada vez son más importantes en la toma de decisiones de inversión y en la creación de estrategias empresariales sostenibles.
El sector inmobiliario está incorporando los criterios ESG en sus operaciones diarias. Aunque estas prácticas se originaron en el ámbito de las finanzas, este sector en concreto ha reconocido su importancia. Se ha logrado entender que la construcción y la gestión de propiedades son fundamentales en la sostenibilidad global y la mejora de la sociedad.
La inversión ESG tiene un impacto significativo en el sector inmobiliario. Y es que, este sector es uno de los principales contribuyentes a la contaminación. En concreto, es el responsable de aproximadamente el 40% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
De ahí que, a día de hoy, los criterios ESG hayan dejado de ser simplemente un complemento opcional para convertirse en una expectativa y una demanda creciente en el sector inmobiliario.
Cada vez más consumidores, inversores, constructoras e inmobiliarias deberán adoptar un enfoque basado en estos criterios. De hecho, según un estudio realizado en 2022 por CBRE aproximadamente un 78 % de los inversores aplicaban ya criterios ESG. El restante porcentaje se dividía entre aquellos que estaban considerando su adopción y quienes planeaban incorporarlos en un plazo de tres a cinco años.
Todo ello no solo trae consigo beneficios al planeta y a la sociedad. También, ofrece ventajas competitivas a largo plazo para las empresas.
A continuación, te lo indicamos:
La construcción de edificios tiene un significativo impacto ambiental. Desde la extracción de materias primas hasta el consumo energético de un edificio, cada etapa es crucial. Por este motivo, inversores, constructores y desarrolladores están priorizando la eficiencia energética, el uso de materiales sostenible como la madera y el diseño arquitectónico que minimiza la huella de carbono.
Además, el sector está adoptando soluciones como jardines verticales, sistemas de recolección de agua de lluvia y paneles solares. También se está impulsando la transformación de los inmuebles en proyectos sostenibles y autosuficientes.
El aspecto social de los criterios ESG se centra en cómo los proyectos inmobiliarios pueden impactar, positiva o negativamente, a las comunidades locales. Las promotoras están tomando conciencia de la importancia de construir viviendas asequibles, crear espacios inclusivos y diseñar con la accesibilidad en mente.
Esto incluye inmuebles que incorporan características sostenibles y que mejoren la calidad del aire interior, los sistemas de ventilación y otros aspectos del entorno interior para aumentar la comodidad de los habitantes. Esta tendencia también podría impulsar el desarrollo de más edificios que obtengan certificación WELL. Esta certificación está centrada en la salud y el bienestar de sus ocupantes.
En el sector inmobiliario, la gobernanza se refiere a cómo se administran las empresas, su transparencia y su ética. Las prácticas corruptas, la falta de claridad en las operaciones y las decisiones que solo buscan beneficios económicos a corto plazo están siendo cada vez más rechazadas por inversores y consumidores. Implementar una gobernanza sólida asegura que los proyectos se desarrollen de manera ética. De este modo, se beneficia tanto a los stakeholders como al conjunto de la sociedad.
Los criterios ESG han evolucionado y se han adaptado a los cambios que ha experimentado la sociedad. El contexto actual está caracterizado por la crisis energética y la urgente necesidad de una transición hacia fuentes más sostenibles.
De ahí, que las empresas del sector inmobiliario estén reconociendo que invertir hoy en la descarbonización de sus actividades es una estrategia rentable a medio y largo plazo.
Actualmente, los criterios ESG buscan alcanzar resultados como:
Estas acciones tienen un objetivo ideal: la descarbonización total del sector. Esto significa crear un nuevo modelo de vivienda que reduzca las emisiones de CO2 para 2030 en la producción de materiales. Y que, para 2050, se consiga eliminar completamente todas las emisiones en los procesos productivos y constructivos como en la posterior vida útil de las edificaciones.
Para lograr esto, se deben implementar modelos circulares en los procesos constructivos para aprovechar mejor los materiales. También es necesario establecer mecanismos para monitorear y obtener datos de eficiencia energética. Además, se debe invertir en proyectos sociales para mostrar los beneficios de la edificación sostenible.
Nuestro compromiso con los criterios ESG es fundamental. Nos esforzamos por integrar prácticas sostenibles y responsables en todas nuestras operaciones. Ya sea desde el diseño y la construcción hasta la gestión de nuestras propiedades.
Creemos firmemente en el impacto positivo que podemos generar en el entorno y en la sociedad al adherirnos a estos criterios, y trabajamos continuamente para mejorar y fortalecer nuestro compromiso con la sostenibilidad.
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