Las fotos de nuestros familiares y amigos, nuestras obras de arte, los dibujos de nuestros hijos, carteles que nos gustan, recuerdos de nuestros viajes… Son piezas que vamos acumulando en los cajones y que vemos de tarde en tarde. ¿Por qué no crear una galería de cuadros con ellos para poder tenerlos presente dentro de la decoración de nuestro hogar? Y es que todas aquellas imágenes que forman parte de tu vida y que tienen un significado especial para ti deben lucir como se merecen.
La cuestión es que colocar nuestros cuadros en casa puede llegar a convertirse en una labor realmente complicada. Especialmente si queremos que tenga personalidad y que reflejen nuestras pasiones, las cosas que amamos. Sólo de esta forma lograremos que la pared se convierta en un verdadero escaparate de los que sentimos en nuestro interior y que diga quiénes somos. Para que te resulte más sencillo, a continuación te traemos algunos consejos para crear tu particular galería de cuadros en casa.
Aunque crear una galería de cuadros puede ser una experiencia muy emocionante, elegir entre tantas imágenes y recuerdos no es tarea fácil. No te preocupes si tardas más de lo que pensabas. No tienes por qué hacerlo en un día. Lo importante es que lo tengas claro, ya que después estarán expuestos en tu pared durante mucho tiempo. Además, de las propias imágenes, puedes incluir algún trozo de tela, espejo o alguna otra cosa que quieras enmarcas y que ceras que va con el estilo que quieres darle al conjunto.
Cada una de las fotografías, dibujos y lienzos que forman parte de nuestra vida y que hayamos seleccionado deben llevar un marco que les dé el protagonismo que merecen y que las enriquezca. Aunque no todos tienen por qué llevarlo forzosamente. Elige cuáles quieres enmarcar y cómo vas a hacerlo. Una opción es seguir un patrón de colores limitado, por ejemplo con colores neutros como el negro, el blanco, el metal o la madera. Todo depende del estilo decorativo que tengas en la estancia. Si las imágenes son coloridas, te recomendamos optar por marcos sencillos que unifiquen el conjunto.
Una vez que tengas todos los cuadros enmarcados, es hora de decidir el lugar en el que vamos a colgarlos. Es importante que te tomes tu tiempo. Piensa que la pared debe ser lo suficientemente amplia para que quepan todos. Es más, sería recomendable elegir un lugar mucho mayor para que puedas ir ampliando si lo deseas. No tiene por qué ser una pared en uso, sino que puedes utilizar, por ejemplo, una esquina.
Cuando ya tengas decidido qué es lo que vas a colgar y dónde, llega el momento de hacer la composición. Una forma muy útil de decidirlo es recortar cartulinas de la misma forma y tamaño que los cuadros que quieres colgar. De esta forma, podrás ir haciendo distintas combinaciones sobre la propia pared para ver cuál es la que queda mejor. En cualquier caso, nosotros te recomendamos que coloques siempre los cuadros más grandes en la parte inferior y a la izquierda y después ir completando hacia arriba y hacia afuera. Deja al menos 5 cm entre ellos. No obstante, la decisión es tuya. Lo importante es no precipitarse. Una vez que no tengas duda de cuál es la combinación que quieres, podrás empuñar el martillo y colgar cada una de tus imágenes en su lugar.
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