El verano trae consigo altas temperaturas que pueden hacer que nuestra casa se convierta en un horno. Algo que puede resultar incómodo y que dificulta, entre otras cosas, el descanso y la realización de actividades diarias. Por ello, mantener nuestra casa fresca se convierte en una prioridad para disfrutar de un ambiente cómodo y agradable.
Afortunadamente, existen diversas estrategias y trucos para mantener la casa lo más fresca incluso en los días más calurosos de esta época del año. Desde sencillas medidas de ventilación hasta el uso inteligente de elementos naturales y tecnológicos, en este artículo te presentaremos una serie de consejos para lograr un ambiente fresco sin gastar demasiada energía. ¡Prepárate para garantizar un refugio acogedor y confortable para toda la familia!
En los meses más calurosos del año, mantener la casa fresca se convierte en una prioridad. Por ello, a continuación, te detallamos diversas estrategias y consejos prácticos que pueden marcar la diferencia y hacer que nuestro hogar sea un oasis de frescura en medio del sofocante calor:
Mantén las cortinas y persianas cerradas durante las horas de máximo calor para evitar que el sol directo entre y caliente el interior de la casa. En cambio, ábrelas en las horas más frescas del día para permitir la entrada de aire fresco.
La ventilación cruzada es una forma efectiva de refrescar el hogar. Por ello, abre ventanas en los lados apuestos de la casa para crear una corriente de aire cruzada o flujo de aire. Así permitirás que el aire caliente salga y el fresco entre. Además, colocar ventiladores en ventanas abiertas acelera el movimiento del aire y mejora la circulación.
Algunas plantas tienen la capacidad de purificar el aire y, al mismo tiempo, contribuyen a refrescar el ambiente. El lirio, la sansevieria o el potus ayudan a filtrar contaminantes y mantienen el aire más limpio y fresco. Por ello, colocar esta tipología de plantas estratégicamente alrededor de la casa puede reducir notablemente la sensación de calor.
Los ventiladores de techo son una alternativa energéticamente eficiente para mantener la casa fresca. Eso sí, si haces uso de alguno de ellos, durante el verano, asegúrate de que el ventilador esté configurado para girar en sentido contrario a las agujas del reloj. Esto empujará el aire hacia abajo dispersándolo y generando una brisa refrescante.
Utiliza colores claros en las paredes y mobiliario, ya que reflejan la luz solar en lugar de absorberla, manteniendo así la temperatura más fresca. Además, considera utilizar cortinas y muebles de colores claros para reducir la absorción de calor.
Durante los días más calurosos de esta estación del año, evita el uso de electrodomésticos que generen calor, como el horno, la secadora o el lavavajillas, especialmente en las horas de mayor temperatura. Opta por preparar comidas frías o usa utensilios de cocina más pequeños y eficientes en términos de calor, como puede ser, por ejemplo, el microondas.
¿Sabías que un buen aislamiento en puertas y ventanas es fundamental para evitar la entrada de calor exterior? Por ello, revisa el estado de las juntas de las puertas y ventanas, burletes y sellados para detectar posibles filtraciones de aire caliente. Asegurarse de que no hay filtraciones de aire caliente, lo ayudará a mantener el interior de la vivienda fresco y confortable.
Si cuentas con aire acondicionado en casa, considera utilizar un termostato inteligente que te permita programar la temperatura de manera eficiente. Ajusta la temperatura para mantener una frescura adecuada cuando estés en el hogar y así ahorrarás energía cuando no estés.
Programar el aire acondicionado para que se encienda antes de llegar a casa te dará la bienvenida con un ambiente fresco y acogedor.
Instalar toldos en ventanas exteriores, áreas de terraza o jardín puede ayudar a bloquear la radiación solar directa y mantener el interior de la casa más fresco. Y es que, estas estructuras proporcionan sombra y protegen del calor excesivo, permitiendo disfrutar del exterior sin sufrir los efectos del sol.
Si tienes la oportunidad de realizar mejoras en casa, opta por materiales de construcción que aíslen mejor del calor, como ventanas con doble acristalamiento y paredes con aislamiento térmico. Estos materiales ayudarán a mantener una temperatura más fresca en el interior y reducirán la necesidad de utilizar sistemas de enfriamiento de manera excesiva.
¿Pones ya en práctica alguno de estos consejos para mantener tu casa lo más fresca posible en meses como julio o agosto? Si todavía no lo haces, ha llegado la hora, pues combinar estos consejos puede proporcionar un efecto sinérgico y contribuir a mantener la casa fresca de manera eficiente. Adaptar el ambiente interior y tomar medidas para reducir el calor en verano no solo mejorará tu confort, sino que también permitirá ahorrar en el consumo de energía.
¡A partir de ahora mantén una casa fresca durante el verano!
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