Disponer de una barra de cocina es una opción muy interesante. Y es que hacer vida en esta estancia es uno de los deseos más frecuentes de todos aquellos que están pensando en comprar una nueva casa o de hacer una reforma de cocina. Pero no solamente porque nos permite socializar y compartir momentos en familia o con amigos, sino también porque resulta de lo más útil para almacenar todo el menaje y los productos que tengamos.
Debes saber que, por muy poco espacio del que disponga tu cocina, siempre hay formas de diseñar un lugar que nos permita desayunar y hacer comidas ligeras. Incluso, si es realmente pequeña, puede unirse al salón y disfrutar de una cocina abierta dotada de isla o de barra americana. Veamos algunos ejemplos:
Este diseño es una de las formas más sencillas de tener una barra en nuestra cocina. La barra se convierte en la pieza protagonista de todo el mueble, por lo que puede utilizarse como una extensión más del espacio para cocinar o para comer. Además, podemos comprar unos bancos que puedan ocultarse debajo de la barra cuando no estemos usándolos para ahorrar espacio.
Si tenemos una cocina abierta, podemos tener una isla y al mismo tiempo una barra de cocina uniendo ambas cosas en el mismo espacio. De esta forma, será como si tuviéramos una mesa para comer, pero al mismo tiempo puede usarse para preparar los alimentos.
Esta opción es una de las opciones más clásicas. Se trata de una pequeña barra adherida a una de las paredes, pero con cierta altura. Lo que permite tomar un trago o un aperitivo en compañía y disponer además de un espacio muy elegante dentro de la estancia.
Podemos colocar una barra bajo la ventana y disfrutar de la luz natural mientras comemos. Pero además, al tener menos fondo que una mesa, resultará más cómodo hacer la limpieza de la zona y evitar molestas esquinas. Una opción perfecta para aquellas cocinas estrechas que no tienen espacio para incluir una mesa de comedor.
Si te resulta imposible colocar una barra de cocina debajo de la ventana, puedes intentar situarla frente a ella de manera que puedas comer con vistas al exterior. Una distribución que podemos encontrar con mucha frecuencia en pequeños apartamentos y casas de campo.
En apartamentos pequeños, es habitual que la cocina esté unida al salón para dar mayor sensación de amplitud y evitar los agobiantes tabiques. En estas ocasiones la barra suele ser parte de la encimera y los taburetes se colocan en la parte que da al salón. Una opción muy interesante para ahorrar espacio y evitar tener que colocar una mesa de comedor, que restaría espacio al salón. Eso sí, en estos casos lo más recomendable es que el suelo sea el mismo para potenciar la unión entre ambas zonas.
Una de las opciones más frecuentes es colocar una barra que salga desde la pared y colocar dos taburetes. Ideal para pequeños apartamentos y para cocinas que, aunque estén cerradas, requieran de un espacio auxiliar para preparar la comida o para desayunar. Si el espacio es demasiado pequeño, siempre se puede poner una barra plegable o integrada en algún mueble que podamos quitar siempre que lo necesitemos.
No hay excusas. Si quieres este elemento en tu cocina, lo puedes tener. Sólo hay que buscar el lugar idóneo.
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